Cuando me despierto cada mañana se viene a mi mente el recuerdo de tu cara, de tu sonrisa que tanto amo, y en ese momento, me siento raro, porque no sé si te tengo, o si te estoy soñando, y si, simplemente, parte de mí ser estás formando. Cuando estoy por irme a dormir, no existe rato en que no piense en vos, sos la dueña de mi mente y de mi corazón, me robaste los pensamientos, y también los sentimientos, es que ahora te amo, y no me canso de repetírtelo aunque me quede sin aliento. De lo que no dudo, es de lo que con vos siento, ese amor puro que en mi corazón va latiendo, con tus abrazos cautivantes y tus miradas tiernas, con tu perfume que muchas veces me tienta, a comerte a besos, a robarte la respiración, a obligarte a dejarte llevar, hasta mi piel, hasta mis labios, que muerdes sintiendo el sabor del dolor, ese sabor dulce y apasionado, que me has hecho sentir, cada vez que mis labios has rosado. Ahora estoy completamente seguro. Te amo. No me caben más dudas. Te amo. Quizás esté loco, o quizás no tanto, pero no pretendo abandonarte jamás, porque este amor que siento, cada día más, me va atrapando.