Tan peligrosa, tan infantil.

Te gusta verme sufrir,
nunca me dices que sí, ni que no.
Juegas con mi excitación.
¡Dame tus labios de caramelo!
¡Vamos juntos al séptimo cielo!
Yo soy tu ángel, ángel pecador.
Sólo me encuentra quien me buscó.
¡no tan deprisa, mi amor!
La noche acaba de comenzar,
bésame con suavidad,
dame tu jugo de melocotón,
déjame abrir tu balcón.
Me haces cosquillas por toda la piel,

mucho tendrás que aprender.